viernes, febrero 13, 2009

Por aquéllo del día de la amistad

A todos mis amigos,

a los que busqué y a los que me encontraron;

a las sonrisas, los saludos, los abrazos, las fiestas, los pleitos, los olvidos........

Las conversaciones que no acababan y los planes que no se concretaron.

Los secretos compartidos, los consejos no pedidos.....



A los que pasaron por mi vida y que por su vida pasé;

!qué olores y sabores tienen los amigos! algunos tienen color

y todos nos llenan y nos vacían la vida,

almas gemelas por instantes y luego tan distantes.....



Esencia y accidente de la vida,

vamos juntos haciéndonos la historia...ah! los amigos....

que buen sabor de boca, que dolor en el pecho;

fueron tan nuestros alguna vez y después tan de ninguna parte...

¿Porque parece que nada ha de quedarse?



Los amigos......los buenos amigos son como ríos de agua fresca

que han pasado por nuestros rostros y nuestras manos

y luego se han marchado,despacio, lentamente,

sin voltear a mirarnos para no tener que despedirse.......

Pensamiento

El camino era gris,
la tarde clara,
¿A donde íbamos?
No lo se ya,
Sólo que íbamos solos y de la mano
Entre los cálidos reflejos de una tarde clara.....

Morirse

Se murió hace unos días; el rostro apacible, casi sonriente; tenía 17años, una novia dulce y un montón de sueños. Jugaba futbol, no queriá morirse; le dolió una pierna y luego las dos, despúes los pulmones y luego todo él.

Quimios, imanes, cápsulas de petróleo, homeopatía, y un largo etcetera recorrió su madre para curarle. Varios le dijeron que el daño estaba en el alma, que el abandono del padre minó su espíritu y su cuerpo dejó de defenderse, ¿para qué?

Tenía 17 años; ¿a qué edad debe uno morirse?

Nunca resulta oportuno morirse, siempre será un misterio develado sólo por la misma muerte.

Ahora sí que viva en paz. Amén