lunes, marzo 17, 2008

Piedritas en el zapato

Era en cuaresma, había leído la vida de Santo Domingo Savio, entre otras tantas biografías de santos que habían sido puestas al alcance de sus ocho años por unos padres piadosos.

Y ,¿que iba a hacer ella para imitar tanta virtud que le encantaba? También quería ir al cielo algún día, hacer como ellos, luchar y triunfar y darlo todo a los pobres como lo hacían las reinas santas de esas historias, ir a conquistar a los infieles o encerrarse en un imponente monasterio para estar siempre en silencio,solamente amando a Dios y arando el campo..... No,¿cómo podrá hacer todo éso? ni un caballo tenía,acaso un perro; no era ni una princesa y no había infieles cerca,¿irse a un convento? no,le gustaba mucho jugar con sus hermanos....

Se decidió al final por algo fácil: el sacrificio de caminar por todo el patio con los zapatos llenos de piedritas.

1 comentario:

zocadiz dijo...

la grandeza de lo pequeño: unas piedras, un ratito seguro que le han conseguido Eternidad.
salu2,
te leo.